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Reflexiones sobre JUST MAD y SAM 2022

Reflexionando…

Este fin de semana tocaba visita obligada a algunas de las ferias de arte de Madrid paralelas a Arco. La oferta era grande, y si quería una visita en profundidad, tenía que realizar una selección, así que me decanté por dos de las ferias, quería permitirme una degustación más pausada y sabrosa.
En primer lugar, acudí a Just Madrid, ubicada en el Palacio Neptuno, en la calle Cervantes de la capital madrileña, donde fui gratamente sorprendida por la gran cantidad de diversos registros que recorre la muestra.
El acceso se realiza por lo que bien parece la puerta trasera del inmueble. Una vez dentro y en el discurrir de un gran pasillo adornado con telas sedosas a modo de estores, la organización te muestra el camino a seguir. La primera estancia se centra en el ecologismo, lugar en el que cuatro artistas han realizado un proyecto sobre la España rural. Avanzando a las otras plantas, descubro que coexisten artistas independientes y galerías, mostrándose en ambos casos arte emergente. Un plus añadido a esta muestra es poder entablar una conversación cercana con los artistas para hablar sobre su obra, y es muy interesante ver que los precios de las piezas son muy asequibles para el público, lo que hace que el sector millennial, pueda comenzar a coleccionar arte sin miedo a descapitalizarse.
En segundo lugar, acudo a SAM 2022, capitaneada por la Galería Alcolea, que celebró su muestra en la Calle Claudio Coello también de Madrid, en concreto en el número 99, lugar donde tiene su sede la Fundación Carlos Amberes.
Esta feria, a diferencia de Just Madrid, es más sofisticada, con arte contemporáneo de artistas consolidados tales como Miró, Feito, Canogar, etc, que coexisten con artistas emergentes que pugnan por hacerse un hueco, dándoseles una oportunidad de crecer y acceder a un entorno de coleccionismo más asentado y exigente que no deja nada al azar, y que persigue incansable la búsqueda de piezas que agranden su gran pasión.
En la entrada tras el preceptivo registro te invitan a un vermut. La disposición en dos plantas del inmueble resulta cuidadísima, compartimentada en livianos módulos con el acierto de una estupenda disposición, que en absoluto provoca a la vista agobio alguno, todo lo contrario, esto permite centrar la mirada en las piezas de una manera limpia y ordenada.
Cierro estas reflexiones manifestando una sensación muy placentera, en días de gran caos internacional, donde estos espacios privilegiados favorecen encuentros, intercambios y descubrimientos de arte, que demuestran el cariño y esfuerzo que los artistas realizan todo el año para mostrar lo mejor de ellos.